Porque en ocasiones la ropa simplemente se lava en casa.
La lavadora es uno de los electrodomésticos más utilizados
en nuestros hogares, y sin embargo, a veces no sabemos cómo utilizarla.
Estudiantes que tienen que mudarse de ciudad, hombres que se quedan de Rodríguez
unos días ( y es que existe un caso documentado de un hombre que pasó 15 días
sólo en casa y al volver su mujer se dio cuenta de que sólo había utilizado dos
pares de calcetines porque no sabía cómo abrir la lavadora) o simplemente
señoras despistadas, para todos ellos va dirigido este artículo antes de dirigirse desesperadamente a una lavandería.
Sin duda, una de las cosas que a muchos trae de cabeza
es el cajetín de los mejunjes. Sabemos de sobra que necesitamos detergente y
suavizante, pero ¿dónde se vierte cada cosa? En 2009 una chirigota llamada “Las
muchachas del congelao” dedicó una cuarteta para que a nadie se le resista
esta tarea! Y la solución para saber dónde verter cada cosa es: “ detergente en
el grande, suavizante en el chico” ( y con música todo se aprende mejor)
La siguiente pregunta que nos haremos es ¿ropa blanca o de color? ( y tendremos en
cuenta que el gris, celeste y otros colores claros también cuentan) .
Tras esta selección, lo que nos queda saber es que normalmente, la ropa blanca se lava con agua caliente y la de color con agua fría ( 30º), así no aparecerá de repente toda nuestra ropa interior en tonos rosa, que seguro que alguna vez a todos nos ha pasado.
Como tenemos en cuenta que para los aprendices en la materia todo esto es más complicado de lo que parece nos lo tomaremos con calma y volveremos a publicar algunos consejos en próximas entregas.
Tras esta selección, lo que nos queda saber es que normalmente, la ropa blanca se lava con agua caliente y la de color con agua fría ( 30º), así no aparecerá de repente toda nuestra ropa interior en tonos rosa, que seguro que alguna vez a todos nos ha pasado.
Como tenemos en cuenta que para los aprendices en la materia todo esto es más complicado de lo que parece nos lo tomaremos con calma y volveremos a publicar algunos consejos en próximas entregas.
Mientras tanto si aún os surgen dudas y temores,
mejor llamar al Oso Polar.
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